Hay dos palabras (calibrar y perfilar) que son permanentemente utilizadas como sinónimos a pesar de no serlo y de tratarse de dos procesos independientes que se realizan justamente en ese orden: Primero se calibra el dispositivo a perfilar (un monitor o proyector, por ejemplo) y luego se lo perfila en función de la calibración escogida y lograda.
Ya en otro momento me detendré en esta confusión en particular, pero quisiera ahora simplemente aclarar la diferencia en cuanto a los tipos de “calibradores” que hay disponibles en el mercado y que justamente por no ser “todos iguales” (mas allá de las marcas y modelos) hacen que sus precios varíen de manera astronómica entre sí.
El primer punto a tener en cuenta al decidir comprar un equipo para calibrar y perfilar nuestros dispositivos es si vamos a adquirir un colorímetro o un espectrofotómetro ya que hay diferencias significativas entre ellos en términos de “cómo” realizan la misma tarea y algo que habitualmente se pasa por alto o minimiza, es qué software es provisto con éste y qué tanta libertad me permitirá ese programa en términos de opciones de calibración y perfilado. Esto es algo que habitualmente nadie se plantea ya que se da por sentado que el “aparato” es quien calibra y perfila, y en la práctica no es así.
Para utilizar ejemplos concretos me referiré a equipos de la marca X-Rite (en mi calidad de X-Rite Coloratti y por utilizar desde siempre productos de esta marca es que los conozco de primera mano como usuario) pero en realidad lo que aquí describo aplica a cualquier marca disponible en el mercado, con las diferencias propias que pueda tener cada fabricante y cada modelo.
Cuando hablamos de calibrar y perfilar proyectores y monitores podemos decir que un espectrofotómetro “es mejor” que un colorímetro y esta relación se mantiene en el precio. Un espectrofotómetro será más caro que un colorímetro en términos generales. Esto no significa que los colorímetros sean “peores” ni mucho menos, pero sí por cuestiones puramente constructivas su precio es inferior.
Lo importante al decidir comprar un producto (monitor, cámara, flash, etc.) es comprender el por qué de las diferencias de precios y si realmente nos agrega valor el producto supuestamente “mejor” para una tarea dada.
Básicamente los colorímetros como el i1Display Pro o el ColorMunki Display son equipos pensados y dirigidos al usuario final, es decir a quien no prestará servicios a terceros y en el caso del primer equipo está dirigido a un público un poco más exigente que requiere mayor cantidad de opciones de configuración a la hora de generar el perfil de su monitor.
El software i1Profiler que acompaña al i1Display Pro es un programa que cuenta con un modo “básico” y un modo “avanzado” en el cual podemos ajustar los distintos parámetros tanto para la calibración como el perfilado de nuestros dispositivos. Por el contrario el software que acompaña al ColorMunki Display está pensado para un usuario más ocasional, sin tantas opciones y más “amigable” en términos de uso.
El modo avanzado que es posible utilizar en el programa i1Profiler con el i1Display Pro cuenta con todas las mismas opciones que el espectrofotómetro tope de gama de la misma marca.
Por otro lado, en términos de espectrofotómetros, existe la misma relación y diferencias entre programas cuando comparamos al i1Pro 2 (en sus versiones Basic, Photo y Publish) y el ColorMunki Photo. Ambos son espectrofotómetros pero con características mucho más avanzadas en el caso del i1Pro 2 (doble fuente de luz, etc.) el cual es provisto con el software i1Profiler.
Sus precios se relacionan de igual manera, a mayores prestaciones (y calidad de equipo) mayor precio. Definitivamente la serie de productos i1Pro 2 está pensada para quienes prestamos servicios de color o para aquellos usuarios profesionales que requieren mayor precisión y libertad de acción, sea para la captura de imágenes (es provisto con un target ColorChecker Mini, idéntico al ColorChecker Passport Photo pero sin su carcaza plástica) como para la calibración profesional de monitores y proyectores y para la generación y optimización de perfiles para impresión. El espectrofotómetro ColorMunki Photo también puede ser utilizado para la generación de perfiles de impresión, pero con opciones mucho más básicas: Una sola fuente de luz, cantidad fija de parches de colores, no permite generación de perfiles CMYK, no permite control de calidad, etc.
Ahora bien, más allá de los modelos y programas… Cuál es entonces la bendita diferencia entre ambos tipos de dispositivos?
Básicamente y en pocas palabras, que los colorímetros utilizan un sistema de filtros ópticos para separar la luz recibida (analizando solamente la luz visible por los humanos, es decir el rango de frecuencia de ondas mediante el cual nuestro sistema de visión se estimula produciendo la sensación que llamamos “color”) en tres componentes básicos o “triestímulo” correspondiente a los colores “rojo”, “verde” y “azul” o primarios, pudiéndose luego mediante transformaciones matemáticas derivar el color absoluto observado por el colorímetro al espacio de color del sistema de coordenadas CIE 1931. El programa utilizado será el encargado de transformar en “colores” a los valores medidos por el colorímetro, analizando (perfilando) el comportamiento de nuestro dispositivo.
Es verdad que un colorímetro se comporta en cuanto a principios generales (análisis de un triestímulo) de manera análoga a nuestros ojos, pero al igual que nuestro propio sistema de visión, es bastante limitado al analizar el “por qué” de los colores. Por ejemplo ante el color “amarillo” es incapaz de determinar (al igual que nosotros) si se están observando frecuencias de onda correspondientes a esa zona del espectro visible o si por el contrario se está recibiendo mayor intensidad en las zonas correspondientes al rojo y al azul, percibiéndose el amarillo como consecuencia de la ausencia o poca cantidad relativa de azul observado.
En el caso del espectrofotómetro, éste analiza la luz recibida en función de su longitud de onda con una resolución determinada medida en nanómetros (cada fabricante en cada modelo utiliza mecanismos diferentes para realizar este análisis) con lo cual podemos decir que la medición es puramente objetiva y no deductiva como en el caso de los colorímetros. Estos resultados son más precisos al determinar a “qué color” dentro del espacio CIE corresponde un estímulo dado y por consiguiente, logrando mejores resultados al generar un perfil de nuestro dispositivo (monitor, proyector, etc.). Si te interesan más datos técnicos al respecto puedes consultar las especificaciones del i1Pro 2 en este enlace.
¿Quiere esto decir entonces que de no escoger un espectrofotómetro estaré logrando perfiles de “mala calidad”? No, se puede asegurar que con las combinaciones de hardware y software que disponemos en la actualidad se obtienen resultados muy buenos par la mayoría de los usuarios con un equipo como el i1Display Pro (colorímetro) el cual está además al alcance de cualquier bolsillo.
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